Ghost in the Shell

Año: 1995
Duración: 85 min.

Director: Mamoru Oshii

Guión: Kazunori Itô (Cómic: Masamune Shirow)

Reparto: Animación 

Sinopsis: 

Año 2029. En una enorme ciudad asiática, una mujer robot policía -cyborg- investiga las siniestras actividades de un misteriososo hacker, un supercriminal que está invadiendo las autopistas de la información.
La protagonista Motoko Kusanagi, es una cyborg que trabaja en el departamento de seguridad del gobierno en la Sección 9. Un cyborg es un organismo cibernético compuesto de elementos orgánicos y dispositivos mecánicos, es decir, un cerebro humano en un cuerpo artificial.

En la película podemos apreciar varios elementos de inteligencia artificial que se pueden resolver actualmente como la esencia de Titiritero aunque se desconoce un poco cual es su inteligencia artificial. También hay implantes para escuchar, prótesis, GPS o la percepción de colores, que simulan IA, aunque son tecnologías son necesarias para desarrollar la IA.

Los elementos de IA que no se pueden resolver hoy en día son, por ejemplo, los implantes cibernéticos, aunque también son tecnologías, son ampliaciones de cerebro, es decir, inteligencia aumentada. Esto permite cambiar los recuerdos o hackear el cerebro.

La IA más clara de todo el film es Titiritero es un programa de ordenador que a base de recopilar mucha información se vuelve consciente de sí mismo. Esta es una de las características propias de la inteligencia artificial. Se considera ser vivo, es capaz de pensar y sentir pero le falta un cuerpo. En cambio, a la protagonista el cuerpo es que le frena, por eso al final de la película se funden.

En cuanto a las tecnologías que podemos apreciar en la película y que no son cotidianas hoy en día, tenemos las capas de invisibilidad que se ha conseguido hacer una proyección de lo que está detrás pero sólo en pequeñas proporciones y las conexiones a la red por medio de la nuca.

Algunas características que serían deseables en el contexto del film y que no aparecen en él, por ejemplo, si se trata de una sociedad futura muy avanzada los coches son exactamente igual que los actuales, al igual que la moda. Si eres capaz de comunicarte telepáticamente no debería hacer falta conectarte o escribir.

Los problemas morales que se pueden presentar en la película son que se puedan cambiar los recuerdos de las personas, esto tendría unas implicaciones éticas muy serias. Aunque puede tener varias perspectivas, un lado positivo en el sentido de una vida cómoda en la que eres feliz pero no eres consciente de la realidad o un lado negativo en el que eres consciente de la realidad, aunque esto no debería ser negativo del todo, porque al fin y al cabo, es la verdad.

Otro dilema que presenta la película sería por ejemplo cuando la máquina, que piensa y es consciente de sí misma, pide asilo político, aquí se presenta el problema legal que supone conceder o no a una máquina un derecho humano. ¿En un supuesto de que esto pudiera ocurrir cómo actuaría el gobierno? ¿Le concederían unos derechos especiales como máquina o de ningún tipo?

Un aspecto interesante sobre las tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial es el control de objetos o dispositivos con la mente. En la Universidad Miguel Hernández de Elche  han desarrollado un sistema que permite navegar por Internet y controlar un ordenador a través de la actividad cerebral.